La beneficencia puede aliviar los peores efectos de las crisis humanitarias, complementar los servicios públicos de atención de la salud, la educación, la vivienda y la protección de la infancia.
En reconocimiento del papel de la caridad a la hora de mitigar el sufrimiento humano, así como el de las organizaciones de beneficencia y el de los particulares, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución A/RES/67/105, decidió designar el 5 de septiembre, aniversario de la muerte de la Madre Teresa de Calcuta, Día Internacional de la Beneficencia.
Mensaje con ocasión del Día Internacional de la Beneficencia
5 de septiembre de 2016
Cada año, el Día Internacional de la Beneficencia es un llamado a todas las personas para que actúen con solidaridad y compasión ante el sufrimiento humano.
Para la celebración de este año, el mundo ha adoptado un nuevo enfoque del voluntariado y las donaciones: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este nuevo marco universal, que está basado en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, es el plan de acción más amplio y ambicioso para luchar contra la pobreza y en favor del planeta que jamás hayan aprobado los dirigentes mundiales. A fin de que tenga éxito, debemos liberar toda la fuerza del espíritu humano.
La filantropía mundial sigue generando enfoques innovadores y proporcionando los recursos que tanto se necesitan. Una nueva dimensión importante es el espectacular aumento de las actividades filantrópicas en el Hemisferio Sur, que están llevando a nuevos agentes a participar en la solución de los problemas locales y mundiales.
La caridad es una de las mejores inversiones que podemos hacer en nuestro futuro común. En este Día Internacional de la Beneficencia, hago un llamamiento a los pueblos del mundo para que participen en nuestra alianza para la humanidad, de 15 años de duración, y ayuden a lograr que los Objetivos de Desarrollo Sostenible se hagan realidad para todos.